De todos es sabido los beneficios que reportan los tratamientos de ortodoncia. Para evitar las heridas que provocan en la boca, debido al roce del metal con la piel sensible, una de las mejores soluciones es utilizar la cera de ortodoncia. Esta cera está especialmente recomendada cuando los brackets son metálicos, ya que son más frecuentes las llagas y rozaduras que con los cerámicos o transparentes. Las resinas dentales, por su parte, son ideales para empastes y reconstrucciones.
Cómo usar la cera de ortodoncia
La forma de usar esta cera es bien sencilla. Antes de nada se limpia, se debe secar bien la zona donde irán; esto ayudará a que se pegue mejor al diente. A continuación, se harán pequeñas bolitas de cera, más o menos del tamaño del brackets, y lo colocaremos sobre él. Con ello conseguimos crear una barrera protectora entre el aparato y la piel de nuestra boca. La cera de ortodoncia no tiene productos tóxicos, por ello, no pasa nada si por accidente te la tragas.
La cera de ortodoncia está especialmente indicada para los primeros días que se utilizan los aparatos, ya que es más fácil dañar la piel al estar ésta más sensible.
Las resinas dentales
Las resinas dentales son, sin duda alguna, el material más utilizado en empastes y reconstrucciones estéticas en los dientes. Muchos son los motivos por los que este material se ha convertido en el más utilizado, entre ellos se pueden destacar los siguientes:
– Comportamiento similar al diente ante los cambios de temperaturas.
– Gran resistencia a la fatiga y el desgaste.
– Elasticidad casi idéntica a la de los dientes.
– Perfecta estabilidad en el color, asegurando un aspecto estético impecable.
La cera de ortodoncia y las resinas dentales son grandes soluciones para facilitar y mejorar la calidad de vida de las personas. Estética y salud son dos grandes razones para hacer uso de ellas.