¡El verano está a la vuelta de la esquina! Llega el momento de las vacaciones, los viajes, las largas jornadas de playa y piscina… Pero también llega, en no pocas ocasiones, el descuido de nuestra salud bucal. No son pocas las personas a las que el verano afecta de manera negativa al estado de sus dientes y encías, ya que se suele ser un poco menos estricto con la higiene diaria.
Lo más normal es que durante estos meses de calor aumentemos el consumo de bebidas azucaradas, zumos o alcohol. Las comidas también serán más copiosas y fuera de nuestra casa con mayor frecuencia. Y, por último, no veces cumplimos con la rutina del cepillado diaria como deberíamos. Todo esto puede traducirse en inflamación de encías, problemas periodontales u otros trastornos bucodentales. Pero, ¿cuáles son los inconvenientes más habituales al final de la época estival?
En primer lugar, desde Estudio Dental Sonríe nos gustaría señalar el habitual aumento de la placa bacteriana. Este acumulamiento trae consigo un empeoramiento de la salud gingival. La causa no es otra que disminuir la frecuencia del cepillado o llevarlo a cabo de manera rápida y poco eficiente. Si no fuera posible cepillarse los dientes tras la comida por encontrarse fuera del hogar, será fundamental prestar especial atención en el primero y último de la mañana.
Otra consecuencia de una mala salud bucal durante el verano es el mal aliento. Problemas periodontales, el alcohol y/o el consumo de tabaco son las principales causas. ¿Qué podemos hacer para combatirlo? Además de una correcta higiene, es importante consumir frutas e ingerir frecuentemente agua para conservar el flujo de saliva y la hidratación de la boca.
No es descartable tampoco que muchas personas padezcan hipersensibilidad dental al consumir un buen número de alimentos y bebidas frías. La consecuencia es esa sensación molesta, intensa y breve que se da cuando se ingieren esos productos. Para tratar de controlar este inconveniente, será importante reducir el consumo de bebidas ácidas, cepillarse convenientemente antes de las comidas y utilizar pastas dentífricas específicas para dientes sensibles.
Para terminar, el verano también es una época de riesgo en lo que se refiere a traumatismos dentales. Un problema que también puede afectar muy negativamente a nuestra salud bucal. En esta ocasión, se pueden dar diferentes situaciones, desde una rotura hasta una fractura o una pérdida total. En cualquier caso, será fundamental ponerse en las manos de un profesional para una completa y exhaustiva exploración.