Ya sabéis que no desaprovechamos ninguna ocasión en nuestro blog para ofreceros recomendaciones útiles que tengan que ver con vuestra salud bucodental. Es por ello que nos gustaría aprovechar esta ocasión para tratar un tema especial: Consejos para el cuidado de la boca en un recién nacido.
Lo primero que es necesario aclarar es que, aunque un pequeño no tenga dientes, no significa que debamos cuidar su higiene bucal desde el primer día. De hecho, ocuparnos de esta tarea desde el principio nos ayudará a sentar las bases para que, en el futuro, nuestro hijo tenga una boca sana.
Así, es muy conveniente que, tras la toma de la noche, nos esmeremos en limpiar la cavidad oral del bebé para retirar los restos de leche que pudieran haberse quedado. ¿Cómo? Hoy en día existen dedales de silicona que nos facilitarán esta tarea. Con movimientos suaves y circulares iremos recorriendo el interior de la boca del pequeño. Recuerda que deberás lavarte las manos antes de hacerlo.
¿Y cuando empiezan a salir los dientes?
En el momento que apreciemos que a nuestro bebé comienzan a salirle los dientes, deberemos estar atentos para frotarlos diariamente con suavidad. Para ello se pueden utilizar tres elementos: el dedal de silicona que os comentábamos antes, una gasa esterilizada humedecida o cepillos de dientes especiales para bebés. Tendrás que ver qué te resulta más cómodo.
Ya que os estamos dando consejos para el cuidado de la boca en un recién nacido, nos gustaría hacer hincapié en la importancia de estos primeros cuidados, ya que el esmalte de las piezas dentales es especialmente vulnerable a los ácidos formados por las bacterias en esta etapa. Es por esto que tenemos que esmerarnos en no dejar de lado la salud bucodental de nuestro pequeño.
A partir del año de vida será el momento de introducir el cepillado de todos los dientes con uno cepillo adecuado a las dimensiones de su boca. Además, las cerdas han de ser muy suaves para evitar daños y heridas en las encías. También deberemos elegir bien la pasta de dientes, que ha de ser fluorada y evitar usos excesivos.
En último lugar, hemos de esforzarnos desde el principio por enseñar a nuestro hijo la técnica correcta de cepillado, con movimientos suaves y circulares, incidiendo principalmente en la zona entre las encías y los dientes. Cuanto antes se familiaricen con este instrumentos, mucho mejor.