Lo vemos habitualmente en la calle y nunca resulta algo agradable, ¿verdad? Escupir habitualmente es un gesto realmente grosero, pero ¿existe alguna razón biológica que nos obligue a hacerlo?
Seguramente si piensas en gente escupiendo por la calle, lo primero que te venga a la cabeza sea la imagen de un hombre, ¿verdad? ¿Realmente escupe más el género masculino que el femenino? A día de hoy no existen datos que refrenden esta hipótesis ni tampoco existe un motivo médico que pudiera explicarlo. Se trata, por tanto, de algo totalmente cultural.
Eso sí. Hay que dejar claro que los hombres producen más cantidad de saliva, ya que sus glándulas salivales son de mayor tamaño que las femeninas. ¿Justifica esto el grosero hábito de tener que escupir habitualmente? Rotundamente no. El gesto de escupir no tiene relación con la cantidad de líquido que segreguen las glándulas, sino más bien con la educación de cada persona.
Además, hay que tener presente un aspecto importante: expulsar la saliva de nuestra boca no ofrece ningún beneficio a nivel de salud ni tampoco para nuestro organismo.
Es importante remarcar que todas las personas pasan por ciertos episodios de salivación excesiva. Se trata de momentos en los que el organismo se encuentra bajo un fuerte estrés y es la respuesta que aparece, como por ejemplo durante cambios fisiológicos importantes o durante el ejercicio físico, pero estas situaciones tampoco justifican el esputo.
La saliva es buena
Pese a la creencia popular, escupir no sirve para limpiar la boca. Es cierto que se eliminan ciertas bacterias, pero no es el mecanismo natural para hacerlo. De hecho, escupiendo lo único que se consigue es desequilibrar el sistema de defensas de nuestra boca, pudiendo ser un riesgo para la formación de futuras caries.
De hecho, que un organismo produzca saliva es una señal de buen estado de salud. ¿Sabrías decir cuánta se puede generar en un día? Entre 1 y 2 litros. Así que, cuanta más tengamos, mejor salud bucal y protección de dientes y tejidos tendremos.
Así que ya lo sabes. Si eres de las personas que tiene el hábito de escupir, trata de frenarlo lo máximo posible. Será bueno para tu salud y, de paso, corregirás un gesto que no resulta agradable.