La estética dental es un campo que ha conseguido una grandísima acogida en los últimos años. El deseo de lucir una sonrisa bonita se ha convertido en algo prioritario para muchísimas personas, una especie de carta de presentación que tenemos con el resto del mundo. Sin embargo, esta preocupación por nuestra salud y estética personal puede ser llevada a un extremo peligroso. Es lo que ocurre con la blancorexia. ¿Quieres saber en qué consiste con mayor profundidad?
Podríamos decir que la blancorexia es un trastorno obsesivo por lucir unos dientes cada vez más blancos, llegando a niveles extremos. En estos casos, la propia persona no es consciente de la blancura de sus dientes, llegando a negar la realidad y pudiendo alcanzar tonalidades antinaturales que podrían llegar a poner en riesgo la salud bucodental del propio paciente. En los casos más extremos, se puede llegar a poner en peligro los propios dientes, corriendo el riesgo de pérdida de alguna pieza por culpa del abuso de compuestos químicos, como el peróxido.
Es por ello que el blanqueamiento dental debe ser siempre supervisado y llevado a cabo por un especialista. Así, no solo disfrutaremos de los mejores resultados, sino que tendremos la tranquilidad de mantener una perfecta salud bucodental.
¿Qué consecuencias puede tener la blancorexia?
No se trata únicamente de padecer un trastorno obsesivo por lucir unos dientes cada vez más blancos, sino que también puede haber algún que otro problema bucodental severo o grave. Entre los más habituales se encuentran las irritaciones de encías, daños en el esmalte o incluso en el interior de los dientes y, en casos extremos, la pérdida de la pieza dental. Además, el abuso de productos blanqueantes sin homologar puede ser la causa de toda clase de erosiones en la mucosa oral o abrasiones en las encías.
La blancorexia es un trastorno poco conocido, pero que se encuentra al alza en la actualidad. Hay algunos factores que pueden ayudar a explicar este fenómeno, como por ejemplo la publicidad engañosa en la que se puede ver un montón de actores con sonrisas anormalmente blancas, ayudando a crear lo que se conoce como cánones de belleza inalcanzables. Como expertos en el campo de la estética dental, podemos contarte que existen alrededor de 20 tonos de esmalte diferentes, pero ninguno de ellos es el blanco absoluto.
Además, lucir una sonrisa blanca no es sinónimo de mejor salud dental o higiene, sino que solo es una parte que hay que cumplir para poder tener una boca en perfectas condiciones.
Si lo que quieres es evitar caer en un trastorno como la blancorexia y lucir una sonrisa bonita, lo más adecuado es ponerte en manos de verdaderos especialistas, capaces de asesorarte, guiarte y resolver cualquier duda que pudieras tener.