Conservar en buen estado la dentadura es, desde la infancia, una de las enseñanzas y costumbres más importantes que debe fomentar el ser humano, ya que ésta lo acompañará el resto de su vida. Asistir al odontólogo para realizar consultas y limpiezas cada seis meses puede ayudar a prevenir inconvenientes que, de desatenderse, podrían incrementarse.
Una de las herramientas más potentes con las que se cuenta en la actualidad son las radiografías dentales. Con ellas se puede obtener precisa información sobre el estado de todos los dientes.
De qué informan las radiografías dentales
En primer lugar, las radiografías dentales informan de la posición de los mismos, ideal para observar que ninguno de ellos se esté moviendo de lugar o creciendo desparejo en caso de niños. Por otro lado, es una excelente herramienta para observar el estado de cada diente en particular; si el mismo ha sido percutido por una caries, con las radiografías dentales se observa perfectamente hasta dónde ha sido perjudicada cada pieza.
Otro de los clásicos problemas odontológicos es el crecimiento de las muelas del juicio. Éstas son muy dolorosas aunque, sin embargo, no siempre es recomendada su extracción, ya que en una gran cantidad de casos se convive perfectamente. Aquí, el inconveniente surge de poder observar para qué lado están creciendo y si tienen espacio, ya que de lo contrario torcerán los demás dientes para hacerse un lugar. Con las radiografías dentales esto se puede observar y así tomar decisiones correctas a tiempo, ya que se pueden evitar grandes dolores y mayores inconvenientes.
Los institutos odontológicos completos cuentan con aparatos para tomar radiografías dentales paralelamente al desarrollo del trabajo y así lograr un perfecto y acabado resultado final.