La estética dental se ha convertido en una especialidad muy valorada en los últimos años por un gran número de clientes que desean mejorar su sonrisa, obteniendo una más blanca, saludable y atractiva. Los profesionales que ofrecen los mejores procedimientos en este campo se han convertido en una referencia.
Dentro de todos los tratamientos a los que se puede aspirar, las carillas dentales es uno que ha levantado gran expectación e interés por sus grandes resultados y sencillez. ¿Sabes qué son exactamente y para qué sirven? No te pierdas este post que te ofrecemos desde Barcelona Sonríe. Estamos seguros que te va a parecer muy interesante.
Básicamente podríamos decir que las carillas son unas pequeñas láminas que se adhieren a la cara externa de las piezas dentales gracias al uso de un cemento o resina especial que permite obtener una fijación firme y permanente.
¿Qué se consigue con esto? Principalmente mejorar la imagen de los dientes, independientemente que sean los inferiores o los superiores. Cuando un paciente apuesta por las carillas dentales, estos elementos “tapan” sus piezas originales, consiguiendo una sonrisa mucho más atractiva.
Por lo tanto, hay que tener presente que las carillas son un tratamiento eminentemente estético, no de salud. Son varias las razones por las que cualquier persona podría desear someterse a un proceso de este tipo. Las principales son:
- Corregir un problema de dientes amarillos
- Reparar algún golpe o rotura en una pieza dental
- Subsanar un problema de mal alineamiento o desviación antiestética
- Deseo de lucir una sonrisa más bonita
Eso sí, es preciso dejar muy claro que las carillas dentales no pueden utilizarse en caso de mala salud bucodental, puesto que estos elementos solo enmascaran pequeñas imperfecciones y nunca reparan.
¿Para qué sirven las carillas dentales?
Lógicamente, al ser una especie de coberturas, la gente verá tus carillas, no tus dientes originales, lo que visualmente puede suponer un gran salto para muchas personas.
Las carillas pueden modificar diferentes aspectos de los dientes delanteros, como por ejemplo corregir malas posiciones, mejorar el color o también la forma de las piezas.
Por todas estas características, las carillas suelen utilizarse únicamente en los dientes delanteros, mientras que en los posteriores es preferible apostar por las coronas o fundas dentales, soluciones que ofrecen mayor solidez.
Algunos ejemplos de aplicaciones habituales de las carillas dentales son:
- Cubrir fracturas en los dientes
- Cubrir espacios interdentales
- Corregir la forma de las piezas dentales
- Agrandar los dientes
- Blanquear la sonrisa
- Solucionar inconvenientes de piezas torcidas, separadas, apiñadas o montadas